miércoles, 16 de julio de 2014

¿Por qué engordo, doctor?

Bueno, este tema daría para escribir una enciclopedia de 27 tomos pero me parece importante hablar sobre ello. Lo primero es decir que llevo muchos años con problemas de kilos, así que es como si tuviera mi carrera con doctorado honoris causa incluido. Hablo desde la experiencia, que como bien dice el refrán:
"La experiencia es un grado"
Recuerdo que allá por los 12-14 años visité a un "gordólogo", que es como llamo a los profesionales de estos temas. Me hace cogerles más cariño en vez de odiarles. Recuerdo que siempre fui una niña grande, pero sin problemas realmente de obesidad ni nada de eso. Hay niños esmirriados y niños grandotes, pues yo de la segunda categoría con méritos propios. Sin medias tintas oiga. Ha tenido usted una sandía. 

El caso es que fui siempre una niña muy desarrollada para mi edad. Si a eso le añades esos grandiosos años de adolescencia, el resultado es digno de estudio. Pero bueno, no quería sentarme en el diván, sólo echar un poco la vista atrás. 

A mí lo que me engorda es callarme, tragarme los malos rollos, que parece que sean muelles o esponjas y se expandan en mi interior. Así de simple. Si estoy a gusto con lo que hago y pienso, todo va bien, pero si hay alguna emoción mal llevada... ZAS, como las palomitas, PLOP!  

Algunas veces lo he compensado con la comida, cuando no entiendes lo que te pasa y necesitas un alivio inmediato. Ya sea por tristeza o cabreo. Toda esa energía hay que canalizarla de alguna manera, y si no la expresas pues... es como una olla a presión, sólo que te va consumiendo por dentro. Por eso, el primer paso, es saber qué te pasa, y luego sacarlo fuera, todo para fuera, todo todo todo!!! 

En la vida nos callamos tantas cosas que un día vamos a salir volando con todos esos pensamientos hinchados como globos. ¿Te lo imaginas? Todos aquellos que no estuviésemos a gusto con nosotros mismos flotando... y los afortunados que viven a su manera, caminando por las calles. Sinceramente, creo que:

1. Tengo demasiada imaginación (y tiempo libre)
2. Los globos humanos colapsarían el cielo

Cambiar globos por kilos y aquí está el resultado.

Pero es así, por eso soy partidaria de hablar las cosas, tratar de solucionar aquello a lo que no paramos de darle vueltas... pero ante todo, si algo no va a cambiar o no tiene solución, cambiar nuestra actitud, dejar de machacarnos por ello. Aceptar que no va a ser como nos gustaría a nosotros y seguir con nuestra vida. 

Lo sé, simple sobre el papel y complicado en la realidad, pero sienta muy bien, te quedas en paz contigo mismo, que es lo que busco y de lo que hablaba al principio, estar a gusto con lo que piensas y haces. 

Amén! 

Oiga, que a gusto me he quedado, jaja. Ahora toca llevarlo a la práctica, que poco a poco, lo voy consiguiendo. Esos días son los mejores, cuando quieres hacer algo y lo haces, a pesar de lo que diga el resto, cuando DE VERDAD te dan igual sus opiniones, cuando no te callas y dices lo que piensas, o cuando te callas porque ni te importa y es una pérdida de tiempo y te sientes bien por ello. Cuando te superas y vences algún miedo... Cuando sabes que vas lo que estás haciendo va encaminado a conseguir lo que te apetece y encima disfrutar por el camino. 

Sólo me falta subirme al púlpito y gritarlo. 

Tiempo al tiempo.


En fin, que estaba pensando en escribir aquellas pautas que hacen que el peso aumente, pero creo que "sólo" son síntomas de esto que hablo. Ya sea por aburrimiento, tristeza, rencor, estrés... Todo son emociones mal llevadas, pero aún así haré una lista de mis peores hábitos, a ver si se me marcan como la letra escarlata:

- Picar entre horas. Debería tener una nevera y despensa con cámaras para visionarlo después, alguien que siguiese los pasos por la calle en esos picoteos inocentes... Si unimos esos paseos podría haber corrido una maratón.  
(por aburrimiento, estrés...)

- Pasión por el dulce. Hace años fumaba y dejarlo no me costó ni la mitad que me cuesta no tomar cosas dulces. Mi cuerpo me lo pide a gritos, como un fantasma que te persigue.  
(sobre todo en los días más grises que estoy de bajón o ansiosa por algo...)

- Poca planificación. Aunque ahora lo llevo mucho mejor, antes podía comer lo mismo 38 días seguidos o darme cuenta que hacía más de dos meses que no probaba un huevo o las legumbres. Independizarte cuesta, pero mi época de tuperwoman me ayudó a equilibrar las comidas y planificarlas con tiempo. 
(por cansancio sobre todo...)

- Ejercicio nulo. Ya lo dije ayer... el culo me duele a veces de estar sentada. Camino 1h y mis piernas me lo recriminan... "Pero tú de qué vas? En mi contrato no pone nada de caminar!!"   
(por cansancio, aburrimiento, complejos...)

Básicamente esos son mis mayores pecados. No soy de comer muchísimo, pero todo eso junto da lugar a una fortuna si me diesen mi peso en oro. Como he visto, todo se puede asociar a alguna emoción (dios que pesada soy, pero es que fue un gran descubrimiento darme cuenta de ello y tengo que contarlo!). 

En mi caso remediar todo esto conlleva un gran esfuerzo, pero más que físico, mental. Luchar con esa vagancia, manejar el estrés de manera adecuada, analizar por qué estoy de bajón y ponerle solución, dormir bien para no estar cansada, un gran manejo en relaciones personales...

Poco a poco esas obligaciones se van convirtiendo en buenos hábitos, que es lo que te ayuda a dejar ese círculo vicioso tan negativo.A mí la música me ayuda mucho, tengo comprobado que si estoy ofuscada por algo si me pongo un rato música que me guste lo veo de otra forma. Ya sabes:
"La música amansa a las fieras"

Si a una canción le añades un baile, como sea, estoy segura que 1min después te sentirás mucho mejor. Si no me crees pruébalo y me lo cuentas ;-)

Un simple ejemplo muy gráfico (no hace faltar romper nada si la ocasión no lo requiere):


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4 comentarios:

  1. A mi me pasa exactamente lo mismo a cualquier problema busco la vía de escape fácil "LA COMIDA" es el alivio inmediato. Es el momento de cambiar.

    También pienso que es algo psicológico, el comer es una forma de refugiarse ante las amenazas se llamen tensiones en general, el estrés del trabajo.

    Un abrazo fuerte.

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  2. Lo importante que estas consiente de lo que te hace mal a tú cuerpo, así que manos a la obra y ha intentar cambiarlo... estrés fuera poco a poco lo vamos a lograr.

    Por cierto me encanta la forma en que redactas :)

    Saludos y por aquí seguimos.

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  3. Hola, Clara.
    Hoy he descubierto tu blog y me ha encantado. Entiendo perfectamente eso de que te engorda aquello que te callas, porque a mí también me pasa. En lugar de decir unas cuantas verdades que podrían herir, me las como, pero no con verduras, sino con tabletas de chocolate o cualquier golosina de esas que te engordan con solo mirarlas.
    Este es un camino largo (que me lo digan a mí) pero sé que merecerá la pena.
    Saludos y bienvenida.

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  4. Hola Clara, que bueno que estoy a tiempo de haber leído toda tu historia y eso, siempre llego a los blogs ya muy tarde cuando todo está muy dicho y me cuesta ponerme al día, no en ésta ocasión :) eres muy divertida me gusta mucho leerte, todo importa, la comida, el mood, el ejercicio, bajar de peso es un cambio total de la manera en la que vivimos, enhorabuena que has entrado a éste crucero en el que vamos todas, algunas llegan al destino antes de tiempo y otras nos tardamos más jaja pero aquí andamos juntas :)

    Te sigo, un abrazo.

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